CAIC, la Cámara de la Industria Cinematográfica de Argentina, reclama reglamentar «con urgencia» la derivación de los impuestos de las OTT, VOD y UGC para financiar la producción cinematográfica.

La crisis del coronavirus y el cierre de las salas de cine en Argentina llevaron en las últimas horas a CAIC, la Cámara de la Industria Cinematográfica de Argentina, a reclamar la reglamentación «con urgencia» de la derivación de los impuestos de las OTT, VOD y UGC para financiar la producción cinematográfica.

«Actualmente el impacto de la cuarentena ha paralizado a toda la cadena productiva del sector. Las medidas que se han tomado de manera atinada y responsable desde el Estado Nacional en procura de evitar la propagación del virus y la concentración de personas han derivado en un aplazo total de la actividad, con rodajes suspendidos, estrenos nacionales y festivales cinematográficos cancelados, salas de cine y espacios culturales cerrados por tiempo indeterminado», explicaron.

«Pero es momento de hacer notar que, aún una vez superada esa incertidumbre inicial, parece acercarse una amenaza mayor, que puede impedir que se vuelvan a filmar películas en Argentina», agregaron.

En Argentina, explican desde CAIC, del 21% que en concepto de IVA tributa la entrada a una sala de cine, el 50% (es decir el 10,5%) está destinado al Fondo de Fomento del INCAA

Y si bien desde 1994 existe una ley que permite destinar al fondo impuestos de «la venta o locación de todo tipo de videograma grabado, destinado a su exhibición pública o privada, cualquiera fuere su género», aún no o se ha reglamentado la misma para las OTT.

«Al igual que con las salas de cine y los videoclubes, al abono que estas empresas cobran al usuario en Argentina se le suma a partir de la reforma impositiva de 2017 un 21% en concepto de IVA. En la práctica esa carga impositiva recaudada por la AFIP debería ser derivada en un 50% al Fondo de Fomento Cinematográfico. Pero no existe aún la reglamentación que indique cómo instrumentar esa derivación», detallaron.

«Si consideramos que hoy, al estar clausuradas las salas de cine por tiempo indeterminado, una de las vías principales de financiamiento del Fondo de Fomento Cinematográfico se ve reducida a cero, resulta evidente la importancia de reglamentar con urgencia la derivación de los impuestos de las OTT, VOD y UGC. La producción de películas en la Argentina depende completamente de esta medida, tanto como la continuidad de las fuentes de trabajo y la supervivencia de un tejido productivo que ha llevado décadas construir», agregaron.

Según CAIC, en otros países las OTT, VOD y UGC ya contribuyen de uno u otro modo a las cinematografías locales. «En algunos casos a través de reinversión de un porcentaje de sus beneficios hacia los Institutos de Cine. En otros, a través de leyes que los obligan a producir parte de sus contenidos localmente. O incluso con la combinación de ambas políticas. Hoy mismo, en Francia, se está discutiendo que el 25% de las ganancias de las grandes empresas de streaming se destinen al CNC, equivalente francés de nuestro INCAA», aseguran.

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