Así se graba La desalmada de Televisa

José Alberto Castro, productor general de La desalmada, detalla a ttvnews aspectos clave de la adaptación para Las estrellas de la telenovela colombiana La dama de Troya de RCN Televisión.

A mediados de marzo de este año Televisa anunció que adaptará para México la la telenovela colombiana La dama de Troya, de RCN Televisión.

Producida por José Alberto Castro, la versión mexicana se llamará La desalmada y se estrenará el próximo 4 de julio a las 21:00 por Las estrellas.

Para conocer más sobre la adaptación, ttvnews dialogó con el propio José Alberto Castro.

¿Cómo surge el proyecto de La desalmada?

Esta historia está basada en la novela La dama de Troya que se hizo en Colombia. ¿Por qué esta historia? Cuando Televisa me convoca para preparar el producto del prime time, al momento de pensar cuál podría ser idónea, me basé en esta historia por el tipo de arena dramática donde se desarrolla: un lugar de campo, haciendas y ganado. Después de esta pandemia donde todo el mundo ha estado tanto tiempo encerrado, esa fue mi decisión: pensar una historia que permitiera trabajar en exteriores y lugares naturales.

Este proyecto fue el que más me llamó la atención. Y obviamente la historia per ser. La estructura de historia que tiene es un melodrama de tipo clásico, de las novelas de antaño y en una arena dramática en la naturaleza.

Fue también distanciarme un poco de lo que yo creo que viene en decadencia y que es la parte del narco, todas estas historias más oscuras. Van siendo ciclos… Creo que ahora lo más importante es que el espectador tiene la necesidad de regresar a las grandes pasiones, con mucha sensibilidad y una narrativa con escenarios que permitan escapar del encierro de la cotidianidad.

También se encargó de reunir un cast de primera línea…

Al momento de tener una historia y la alternativa del horario, sentí que había una gran necesidad de poder convocar nuevamente a gente que ha tenido una trayectoria, una carrera fuerte dentro del melodrama de novela. Entonces fue traer a Eduardo Santamarina, Marlene Favela, Marjorie de Souza, José Ron, Livia Brito, Azela Robinson, Francisco Gattorno, Sergio Basáñez, Ana Martín; gente que ha tenido una gran carrera dentro del melodrama y aportándole gente joven como Kimberly Dos Ramos, Laura Carmine y Gonzalo García Vivanco; que pudieran apuntalarse con ellos y seguir creciendo en su trabajo actoral. Esa fue la apuesta y Televisa me ayudó, porque también ha sido una inversión fuerte, tanto la contratación del elenco, como las disposiciones de las locaciones, por estar viviendo una circunstancia de pandemia donde los procesos se han encarecido, donde se necesita más personal y también personal especializado para atender los servicios de pandemia. No se ha escatimado. He contado con un apoyo muy importante por parte de Televisa y creo que es parte de una conciencia de poder brindar novelas de envergadura para poder competir y tener nuevamente al espectador en nuestro ámbito.

¿De cuántos episodios estamos hablando?

Vamos a hacer 82 horas. Estamos trabajando ahora. Salimos al aire el 5 de julio en Las estrellas y pensamos que deberíamos terminar en septiembre.

Se ha reducido notoriamente la duración de las novelas en el prime…

Yo sigo alegando que una historia dura lo que una historia da. No creo que tenga que ser siempre algo tan cuadrado, pero también creo que debe haber determinados límites, porque creo que exagerábamos cuando teníamos éxito con alguna producción, le echábamos más agua a los frijoles para que pudieran caminar más tiempo… Ahora al tener determinadas métricas establecidas quizá sea más provechoso para la producción.

¿Cómo ha sido el trabajo de adaptación de los textos?

Para mí ha sido muy reconfortante trabajar esta historia con Ximena Suárez, que es una escritora con la que he trabajado otras novelas y que me fue muy bien, como Rubí, Teresa y La que no podía amar. Ximena es muy talentosa.

Lo primero que nos llamó la atención es el empoderamiento de la mujer. Una mujer que viene a buscar justicia después de sufrir un atropello en su vida. Al fin y al cabo, somos latinoamericanos, sobre todo en la parte de la pasión y el enamoramiento y también en la estructura familiar. Eso es parte de lo que mantenemos de esta historia colombiana. Y está la adaptación al ambiente local, las tradiciones y la forma de vivir en la hacienda. Del aguardiente al tequila… Hay alguna creación de personajes nuevos para generar un poco más de trama en áreas juveniles. También desparecen algunos personajes de la original. Estamos ya a dos semanas de que se termine de escribir la adaptación completa.

¿Cómo ha sido el trabajo de realización en locaciones?

Estamos trabajando en el estado de Hidalgo. También estamos trabajando en el estado de México, en un pueblito muy bonito que se llama Malinalco. La historia lo requiere porque son haciendas. Son lugares bellísimos que tenemos en la república mexicana. El estado de Hidalgo, por ejemplo, tiene unas llanuras y unos cielos muy hermosos, que me hacen acordar a las películas de Gabriel Figueroa y eso es lo que estamos tratando de retomar para darle vida al campo mexicano. También algunas secuencias han sido muy complicadas. Por ejemplo, secuencias de tormentas, ríos y ganado. Los actores le han puesto mucho empeño en aprender. Han tenido mucha disciplina en eso.

¿Cuántas personas trabajan en la producción?

Entre el elenco, los servicios y la producción somos más o menos 140 personas.

Pienso que no es sencillo controlar un set con tantas personas en medio de restricciones sanitarias…

Ha sido difícil, pero Televisa ha sido muy bondadoso en poder llevarlo a cabo. Cree en el proyecto. Hoy, por las circunstancias estamos trabajando en poblaciones donde no hay una gran infraestructura de turismo, en Malinalco, por ejemplo, estamos utilizando casi el 70% de la capacidad instalada de hospedaje. Hay traslados a locaciones de 45 minutos. Pero estoy muy agradecido del equipo. Hay gran voluntad, compañerismo y disposición. Se esta logrando una producción muy buena.

La novela clásica hoy debe competir en el prime time con contenidos internacionales como por ejemplo el drama turco. ¿Cómo observa esa competencia?

El melodrama es una estructura noble; funciona en cualquier lugar del mundo. Hay una historia con un ámbito local, propio. Los turcos están haciendo melodramas con una duración muy larga, sus historias son muy básicas. Yo las veo y me remonto a cuando yo empecé a producir a principios de los 90: chica conoce a chico, se enamoran y hay un obstáculo familiar, de creencia y de sociedad.

En Latinoamérica empezamos a avanzar un poco más fuerte en cuanto a nuestras arenas dramáticas y circunstancias sociales, pero nunca perdimos esa parte del melodrama: chico conoce a chica, viven una vida de obstáculos y luego se casan y tiene una vida maravillosa. Eso va a perdurar.

En cuanto a las duraciones, las empiezan a dictar las plataformas. Si tú ves el éxito Bridgerton, es una producción maravillosa de 10 capítulos, pero si ves la historia per se es un melodrama, una telenovela con mucho dinero. Otro ejemplo es ¿Quién mató a Sara? Tiene un elemento de intriga, pero todo lo demás es una historia de melodrama.

Vamos a seguir viviendo con un melodrama que es la manera más directa para comunicarte con la audiencia. Tuvimos la fortuna de empezar con las telenovelas en Latinoamérica, que es un producto básico, fundamental para cualquier canal de TV.

¿Qué expectativas tiene para el estreno de La desalmada?

Estamos poniendo nuestro mejor trabajo para hacer un producto que esperemos que a la gente le guste, nos reciba en su hogar y nos dé el beneficio de tenerlos ahí todas las noches.

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