José Manuel Lorenzo, CEO de DLO Producciones, detalla a ttvOriginals el proceso de producción de Dime quién soy, una obsesión personal que se convirtió en la ambiciosa coproducción entre Movistar y Telemundo.

El próximo viernes 4 de diciembre Movistar+ estrenará en España (y dos días más tarde HBO en LatAm) la ambiciosa serie Dime quién soy, poniendo así fin a un proceso de más de seis años desde que la idea de producirla «obsesionó» a José Manuel Lorenzo, CEO de DLO Producciones (compañía del Grupo Banijay), hasta su realización.

Basada en el fenómeno literario homónimo de la autora Julia Navarro, se trata de una ambiciosa producción que en nueve episodios recorre casi todo el siglo XX a través de países como España, Italia, Grecia, Argentina, Rusia, Alemania, Polonia, Francia e Inglaterra.

Para conocer más sobre el proceso de producción de Dime quién soy, ttvOriginals dialogó con José Manuel Lorenzo, productor ejecutivo de la serie junto a Domingo Corral (Movistar+) y Marcos Santana (Telemundo International Studios).

Domingo Corral (Movistar+), Julia Navarro (autora), Irene Escolar (protagonista), José Manuel Lorenzo (DLO) y Eduard Cortés (director), en la presentación de la serie (junio 2019). 

¿Dime quién soy es hasta ahora la producción más ambiciosa de DLO?

Sin dudas que sí. Desde que leí el libro e imaginé el tipo de serie que quería, que podía y que debía hacer, empecé a complicarme la vida. Empezó como un volcán en mi cabeza, acabó arrastrando mi cuerpo y de repente se convirtió en una obsesión.

Yo había ya abordado antes producciones muy grandes como Alatriste, el musical Hoy no me puedo levantar y algunas otras, pero nada que me afectara tanto personalmente y, además, nada que me supusiera tanta dificultad llevar a cabo. Fueron seis años y pico de trabajo. Los cuatro primeros fueron muy complejos de escritura, reescritura, búsqueda de operadores… Las pantallas se asustaban mucho con el nivel de producción. Eso hasta la llegada de Movistar y Domingo Corral, que entendieron, vieron y aceptaron la pasión que tenía con esto. Me acompañaron y fueron muy buenos compañeros de viaje, igual que Telemundo después.

Para mí ha sido un proyecto ambiciosísimo, dificultoso, pero me ha traído muchas satisfacciones también. Hemos logrado trasmitir a la pantalla lo que sentí con la novela. Me ha dejado una secuela muy honda, profunda y gratificante.

¿Fue muy difícil convencer a la autora para realizar la adaptación?

Julia [Navarro] no es una persona que tuviera en su radar la necesidad de adaptar una novela. Más bien era reacia a que se adaptara ninguna novela suya. Eso era una dificultad. Cuando la llamé, que no la conocía, empezamos a hablar y logré convencerla, o más bien se dejó convencer. Eso subió mi nivel de exigencia.

Y después de todos estos años, ¿quedó satisfecho con el resultado?

La verdad es que sí. Lo que más me ha gratificado de todo fue que, cuando visionamos los episodios y Julia acabó de verlos conmigo, en aquella sala los dos solos en un silencio sepulcral, al acabar y con lágrimas en los ojos, me dijo: «Gracias, gracias, gracias. Lo has conseguido». Conseguir que el autor se rinda ante lo que has hecho, se emocione, llore, lo viva y te lo agradezca, es la mejor de las recompensas. Ojalá el público sienta lo mismo.

¿Cómo fue el ingreso de Telemundo a la coproducción y su rol desde su llegada?

La verdad es que con Telemundo a mí me unía una amistad y una gran consideración y respeto por el trabajo que estaba haciendo Marcos Santana. Llevábamos muchos años siendo buenos amigos, compartiendo sueños, ilusiones y buscando proyectos juntos. Él conocía perfectamente el libro porque yo se lo había hecho leer, conocía la ambición de mi sueño, mi proyecto, y siempre estaba muy al tanto.

Cuando estábamos en una fase ya avanzada del proyecto pude preparar un corte y, ya que teníamos algunas necesidades de aumentar el presupuesto, llamé a Marcos, fui a Miami, estuve reunido con él y su equipo y les hice un screening de 20 minutos, un rough cut. Fue un visionado muy intenso y al acabar se levantó y me dijo: «Es la mejor serie que se ha hecho nunca en España. Me gustaría participar en todo lo que falta, activamente, ser tu compañero».

Y en ese momento Telemundo entró y desde entonces Marcos no ha dejado de aportar su experiencia. Ha estado siguiendo todo el montaje, ha ayudado mucho con Domingo y, gracias a él, esta serie se puede distribuir de manera importante en todo EEUU. Ha sido un enorme aliciente y una gran generosidad de su parte.

¿Cuál fue el presupuesto de la serie?

Es un tema que no puedo revelar. Pero se ve en la pantalla el nivel de riqueza que tiene, con más de 170 localizaciones, ocho idiomas, actores internacionales de Inglaterra, Rusia, Francia, Alemania, Polonia, Italia… y un casting de primera.

La serie tiene además unos digitales muy ambiciosos, una música espectacular, una fotografía que variaba en cada episodio y un recorrido de todo el siglo XX. Todo esto se hizo desde una ambición y un presupuesto generoso, aunque nunca es suficiente. Lo que sí puedo decir es que todos los euros que se han invertido están en la pantalla y se ven.

¿Cuál es el status de El inmortal, la otra serie que prepara DLO con Telemundo y Movistar?

Ya la estamos coproduciendo. Estamos en la preoproducción con Movistar y Telemundo. Los guiones están cerrados y estamos ahora cerrando el casting y los directores, con intención de rodar en mayo del año que viene en España y en algunas locaciones de EEUU y América Latina.

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