Fidela Navarro, CEO de Dopamine, aporta su visión del negocio de los formatos de entretenimiento, un segmento al que la productora del Grupo Salinas apuesta sus fichas, con propiedades como 40 no es nada o La rueda de la suerte.

La evolución de la industria televisiva y los nuevos modelos de consumo han puesto al unscripted, y en particular, a los formatos de entretenimiento en el centro de la escena.

En este sentido, además de la TV lineal, ahora las plataformas de streaming, han comenzado a producir formatos de entretenimiento como forma de competencia por audiencias que hoy más que files, se comportan de forma volátil.

Esta tendencia asímismo ha provocado que productores que hasta ahora se habían especializado en producir series de ficción, comiencen a explorar el desarrollo de proyectos de unscripted en América Latina.

Un ejemplo es el caso de Dopamine, productora mexicana propiedad del Grupo Salinas, que ya se encuentra trabajando en varias ideas, entre las que figura formatos como el dating show 40 no es nada, para HBO Max o La rueda de la suerte, para TV Azteca.

«Hace dos años que montamos una unidad de entretenimiento, porque como creadores y productores es un terreno creativo para la exploración e innovación. Y también porque desde la perspectiva de empresa nos permite la diversificación de la producción, tan importante en coyunturas críticas para la industria como la que vivimos en la actualidad, en la que el scripted, o son proyectos muy largos o restringidos, y el unscripted nos permite balancear nuestra contabilidad», comenta a ttvnews Fidela Navarro, CEO de Dopamine.

En este sentido, la casa productora con base en Ciudad de México ya cuenta con dieciocho proyectos de unscripted que ya se están moviendo en el mercado internacional buscando sus respectivas pantallas.

«Tenemos ya un catálogo de dieciocho papers. Tres de ellos ya han sido seleccionados en concursos internacionales. Estamos haciendo La rueda de la suerte para TV Azteca. Hemos hecho el dating 40 no es nada para HBO Max, pero sin duda hay mucho camino por delante y un gran reto», aclara la ejecutiva.

Ahora bien, ¿hay vida más allá de los big shows internacionales? ¿qué oportunidades hay en la región para la creación de contenidos propios? La visión de Navarro parecería entender que es un segmento difícil, pero que vale la pena explorar desde el lado del desarrollo local.

«Por un lado, es difícil que las televisoras abiertas apuesten por papers. Estamos viendo una tendencia contraria, hacia la garantía, seguridad o comodidad de las opciones internacionales de siempre, más clásicas. Y también estamos viendo que las plataformas han ido lentas a la hora de establecer y ejecutar una estrategia de unscripted para poder competir entre ellas y contra la TV abierta».

«Es un terreno que sin duda para mi va a ir in crescendo, que requiere también estructuras y profesionales muy especializados, y una inversión de tiempo y dinero, pero que es una apuesta a futuro», concluye.

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