Israel del Santo, director de Lola: «Los personajes no cambian, pero la forma de narrarles sí»

Movistar+ estrena este jueves en España su nueva incursión en el mundo de las docuseries: Lola, sobre la vida de la mítica Lola Flores. En ttvnews hablamos con Israel del Santo, director de la serie.

Movistar+ estrena este jueves 28 de octubre la docuserie biográfica Lola, que narra en cuatro episodios de una hora la vida de la mítica Lola Flores y el impacto que aún tiene a día de hoy en España y el resto del mundo.

Dirigida por Israel del Santo y producida por 100 Balas (The Mediapro Studio), se trata de una nueva incursión de Movistar+ en el género de la docuserie tras sus exitosas El Palmar de Troya, Conquistadores: Adventum, Palomares, Pioneras, ETA, el final del silencio o las próximas El corazón del imperio y Raphaelismo.

Israel del Santo, de hecho, es responsable de El Palmar de Troya y Conquistadores: Adventum y se embarca con Lola en su tercera colaboración con Movistar+.

Para conocer más sobre la serie, sus diferencias con trabajos anteriores y su interés internacional, ttvnews dialogó con Israel del Santo.

¿Por qué hacer hoy en día una serie biográfica sobre Lola Flores ?

Lola Flores es un personaje que forma parte de nuestra cultura aquí en España. Es quizás la mujer más importante que ha habido en España y lo siento por alguna Reina como Isabel o esas cosas, pero realmente Lola Flores fue más importante. Pero la teníamos un poco abandonada, un poco olvidada. Eso es algo muy español, olvidar a los grandes personajes que tenemos en la historia. Y Lola Flores es parte de nuestra historia y, aunque no lo queramos, también de nuestro día a día. En España todos repetimos algunas de sus frases míticas, como aquella de «Si me queréis, irse» cuando queremos echar a los invitados de casa.

Pero hay una serie de generaciones que no saben de dónde vienen estas frases ni de dónde viene todo eso. Y creo que les va a sorprender mucho que artistas como Rosalía, C. Tangana o Nathy Peluso tengan a Lola Flores como referente.

Israel del Santo

¿Y cómo describiría la serie?

Diría que tiene una narrativa distinta. Se han hecho muchas cosas sobre Lola Flores, pero hace muchos años. Lo último relevante que se había hecho sobre ella era un biopic en el que ella misma fue presentadora, que se llamaba El coraje de vivir. Y en España tenemos una especie de deuda con el biopic, porque nos cuesta mucho llevar a los personajes a grandes series documentales. Esta serie tiene una narrativa muy moderna, muy actual. No es un documental con un narrador ni con encadenados con un montón de imágenes en blanco y negro. Es una cosa que parece que estas hablando de un personaje que sigue vigente.

Creo que los personajes puede que no cambien, pero la forma de narrarles sí. Y creo que toda historia tiene que ser contada una y otra vez, sobre todo temas históricos. De la conquista ya se han hecho muchas películas, pero no pasa nada por volver a contarla desde un punto de vista distinto, con otro estilo narrativo. Y de Lola Flores se ha hecho mucho, ha aparecido más en televisión que nadie, pero con esta narrativa tan actual es la primera vez. Y dentro de 10 años, pues creo que la responsabilidad de contar a Lola Flores será de otros.

¿Qué técnicas narrativas se utilizan por ejemplo?

Lo que hemos hecho ha sido llevar el lenguaje a lo más moderno posible. Es decir, fijarnos en las generaciones que no conocieron a Lola Flores o que ni siquiera les suena quién es. Es una narrativa muy actual, donde no hay narrador y donde los propios entrevistados, mas de 44, te cuentan quién fue Lola Flores o quién sigue siendo o quién debería ser. Y ahí conviven desde biógrafos y periodistas, pero también artistas que convivieron con ella, sus hijas y gente tan actual como los mencionados Rosalía, C. Tangana o Nathy Peluso, sin olvidar a gente de los ’90 como Bebe, Gurruchaga de la Orquesta Mondragón o gente de los ’80 como Alaska. Pero todos pueden convivir.

Rosalía es una de las 44 personas entrevistadas para la serie

¿Entonces es más homenaje que una biografía al uso?

Tiene parte también de homenaje, pero no nos hemos olvidado de su biografía. Contamos cosas de Lola que casi nadie recordaba.

Algunos de sus trabajos anteriores como El Palmar de Troya o Conquistadores tienen un fuerte componente de recreaciones. ¿Recurren a esa técnica en este caso también?

En un inicio, visto el éxito de El Palmar de Troya, se nos pedía un poco el recrear, el irnos un poco a la ficción por eso de buscar la mezcla de elementos narrativos. Pero nos dimos cuenta que recrear a Lola Flores era muy complicado, porque ella dejó casi toda su vida grabada. Hay horas y horas de televisión de Lola Flores, no dejó nada por contar. Ha sido muy difícil contar algo que ella misma no hubiese dejado grabado o contado antes. Y nos dimos cuenta de que nada iba a hacer justicia a ella misma en imagen contando, con lo cual decidimos no utilizar ese recurso.

Pero por lo que se ve sí que hay un poco de animación…

Nos encontramos con un montón de material inédito, en cintas de cassette, grabados por ella misma. Era audio, un audio muy antiguo que era difícil llevar a imagen y pensamos que la animación era un recurso que nos podía funcionar. No utilizamos los elementos narrativos por que nos atraigan más o menos, sino que los utilizamos cuando los necesitamos. Y en este caso necesitábamos algo distinto. Y ese distinto fueron esas animaciones, que se ven a lo largo de toda la serie.

¿Cómo colaboró la familia?

Las figuras de Lolita y Rosario Flores en el documental se basa en hijas de Lola Flores, no examinamos su carrera artística y ni hacemos esa cosa de «La saga de los Flores….». Nuestra protagonista es Lola Flores, no la familia Flores. Entonces aparecen como testigos de quién fue Lola. ¿Quién mejor que ellas para contarnos eso?

Además, ellas han aportado mucho, porque han dedicado mucho tiempo a rescatar por ejemplo muchas fotografías que tenían por casa. Pero nos han dejado total libertad. Yo he visto tres episodios con ellas y les ha gustado mucho, pero nunca intervinieron para decir qué contar y qué no.

Lolita Flores

¿Y fueron ellas quienes aportaron esos materiales inéditos?

No. Los cassettes y las imágenes inéditas ellas mismas se han sorprendido al verlas y escucharlas Lo hemos encontrado nosotros con nuestro trabajo de investigación.

Bueno si sorprende a las hijas a los espectadores imagino que mucho mas…

Sí, y hemos hecho un serio esfuerzo porque guste no solo a los fans de Lola Flores, sino sobre todo a aquellos que no la conocieron.

¿Y para el espectador internacional qué interés puede tener?

Van a conocer a un personaje que, entre otras cosas, se anticipó mucho a la forma que tienen de lanzarse los artistas actuales. Ella fue de las primeras artistas que en una España muy dura y limitada, cogía por ejemplos varios aviones al año para ir a América. Y cuando volvía, contaba lo que ella quería. Era maravilloso como llegaba a España y decía que la habían aclamada en Buenos Aires, que habían habido manifestaciones en Venezuela y Cuba para verla. Pero todo formaba en gran parte de su propia imaginación. Pero tenía sentido: ella se estaba labrando una carrera, no existían las redes sociales y tal como hacemos cualquiera de nosotros ahora en redes, ella se lo ‘tuneaba’ a la medida, pero con los medios que tenía: la radio y los diarios de una España muy limitada. Consiguió crear en España la leyenda de Lola Flores y la leyenda de que toda América se volvía loco con ella. Cosa que descubrimos que, aunque se la podía conocer como artista, no era para manifestaciones por la calle (risas).

¿Qué tiene esta docuserie que sus trabajos anteriores no tienen y qué diría que fue lo que más le sorprendió del personaje?

Esta serie tiene una cosa que a mi me encanta: muchísimo sentido del humor. Lola era una excelente cómica, una cosa que nunca se le ha valorado lo suficiente. Era buenísima, rapidísima, con unas respuesta de una velocidad fascinante. Y creo que a ella le habría encantado ver la serie, porque se la habría pasado muy bien y eso creo que el espectador lo va a agradecer. Y lo que más me sorprendió fue justamente esa capacidad de inventarse su propia realidad.

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