Jorge Nisco, director de series como Poliladron, Epitafios o Mujeres asesinas y que acaba de finalizar la serie Tu parte del trato repasa para ttvnews su carrera y la actualidad de la industria.

Jorge Nisco, el autor y director argentino de cine y TV, que cuenta con una trayectoria de más de 25 años en Argentina y el mercado internacional, acaba de finalizar la dirección de la serie Tu parte del trato, la nueva serie original producida por Polka para TNT, El Trece y Flow; siendo su ficción número 35.

En diálogo con ttvnews, el director de emblemáticas series como Poliladron, Epitafios, Mujeres asesinas o Violetta; realiza un repaso de su trayectoria y comparte su visión de la industria actual, bajo la consigna: “Me gusta más hacer que ver”.

En estos años Ud. ha sido parte de importantes producciones originales, como es el caso de Poliladron, la primera serie de Polka; o Epitafios, la primera serie original de HBO en la región…

La verdad que después de estos años de trayectoria casi interrumpida casi no he tenido tiempo para la reflexión. De todas maneras le estoy muy agradecido a la educación pública que me dio la oportunidad de haber seguido una carrera. Eso es fundamental para mí, sobre todo en estos tiempos.

Creo que he tenido una dosis de suerte y una gran capacidad de trabajo. Siempre estudié, miré y trabajé mucho. Después muy agradecido con la gente que tuve la suerte de rodearme, que siempre fue gente de bien que le gustaba el medio igual que a mí; somos grandes apasionados de contar y hacer historias audiovisuales.

¿Qué recuerda de aquella primera incursión con Poliladron?

Yo salía del Instituto de Cine de Avellaneda con una manera de contar que era más cinematográfica, pero de todas maneras ya experimentábamos con video en la escuela cuando llegó la oportunidad de Poliladron. La serie fue una mezcla entre producción cinematográfica con cámara de video. Rodolfo Hermida, del Instituto, lo llamaba «cine electrónico». Eso nos dio la base para que cuando tuvimos la oportunidad de tomar una cámara más sofisticada, el «cine electrónico» ya estaba incorporado a nuestra identidad. Eso nos permitió dar el puntapié inicial y lo llevamos a un nivel industrial en la TV. De alguna manera fue un fenómeno similar a lo que sucedió con American Zoetrop de la mano de Francis Ford Coppola, George Lucas y Steven Spielberg en EEUU, que se subían a una camioneta a filmar con una cámara…

Una suerte de filosofía «Do It Yourself» aplicada al cine…

Claro; lo mismo sucedió en Argentina. En ese momento las producciones televisivas comprendían camiones de exteriores con cámaras más pesadas, y era mucho más complejo para trabajar. Y nosotros empezamos a trabajar de otro modo, con cámaras chicas. Esa coyuntura tecnológica hizo que capitalizáramos aquella experiencia que aprendimos en el Instituto, trabajando con costos realmente muco más bajos…

¿Qué recuerdos tiene de su participación en la serie Epitafios?

Era la primera producción que HBO hacía fuera de EEUU y en América Latina. Me acuerdo de las condiciones técnicas de HBO. Era realmente importante. En aquel momento ya estábamos experimentando con las cámaras HD, y cuando nos convocan desde HBO, ya había comenzado a hacer algunas pruebas y las presenté, pero no les convenció. Prefirieron seguir apostando a una producción registrada en 16 milímetros, aunque la postproducción fue en video.

¿Cómo observa aquellos años en relación a la actualidad?

En principio hoy existe un mayor valor de producción y una multiplicidad de contendidos que buscan llegar a distintos nichos. Por otro lado, no sé hasta dónde será sostenible en el tiempo el tema de los altos presupuestos, porque hoy se producen series donde se invierte millones de dólares, pero me queda la duda de que sean tan rentables. Por ejemplo, El cuento de la criada no es un producto masivo, es de nicho, y de un nicho bastante sofisticado. Estas son dudas y preguntas que me hago, pero en definitiva yo soy un director…

La serie El marginal en principio fue una producción de la TV Pública en Argentina que al llegar a Netflix se volvió un fenómeno internacional que le demandó nuevas temporadas…

Sí; también sucedió con La casa de papel que en España pasó casi sin pena ni gloria. Uno puede vislumbrar que quizá sean producciones hechas para un nicho que no es significativo en la TV, pero aparentemente sí bastante significativo para las OTT. Quizá este tipo de producciones hayan pasado desapercibidas en la TV, por el componente etario y socioeconómico de su audiencia… No lo sé. Uno podría llegar a la conclusión –errada o no- de que las plataformas tal vez produzcan para mejorar su branding y posición en el mercado, siendo más una inversión publicitaria…

¿Cómo observa el rol que asume hoy el talento creativo en la industria?

La atomización del espectador genera distintas posibilidades de contenido a producir. Siempre va a haber una historia que a alguien le interese. Y con seguridad hoy existan más historias para contar. Existe una mayor diversidad en lo que se está produciendo y eso es algo interesante porque al director le da una mayor capacidad de trabajo. Si bien a nivel de industria uno tiene que ir consensuando lo que se busca con los productores, también uno tiene una mayor capacidad como para crear y proponer. Yo me considero un director de industria. Llegué como director a la industria y sigo dirigiendo para la industria. Y la gente que me contrata de alguna manera tiene garantizada una experiencia de producir en determinados tiempos y recursos. Ahora estoy un poco más libre y puedo proponer cosas un poco más sofisticadas. Lo que hacía hace unos diez años por lo general no pasaba el criterio, pero hoy en día por fortuna, y gracias a mucha gente que ha cambiado el lenguaje audiovisual en general, ya no me miran tan mal cuando hago algo que se escapa de los parámetros normales. A mí este nuevo estado de la industria me ha dado mayor libertad creativa…

¿Qué tal resultó la experiencia de la serie Tu parte del trato?

A mí me gustó mucho la historia. Es un thriller de suspenso muy bien escrito, con buenos climas, muy bien actuado. Los actores están en un nivel superlativo. La verdad que la pasamos muy bien trabajando. El thriller es un género que me seduce; el suspenso y la intriga me llaman. Trato de dar lo mejor porque cuando me siento a ver algo como espectador quiero que me den lo mejor. Así que trabajamos hasta en los más mínimos detalles.

¿Cuánto tiempo demandó la producción?

Fue una producción que fue un poco más de la media argentina, que por lo general son cinco días para un unitario, y en este caso fueron casi ocho días por capítulo. El tiempo destinado fue bastante y se percibe cuando se ve la serie porque uno se puede dar cuenta que hay un trabajo hecho con mucho más tiempo del estándar.

¿En qué proyectos se encuentra trabajando?

En este momento junto con a Ariel Fernández estamos escribiendo una miniserie. Estamos trabajando en el último capítulo. Es un proyecto de género fantástico que lleva como título Catalepsia. Es una ficción de ocho episodios. En este momento estamos terminando la escritura y buscando que alguien esté interesado en la historia y la acepte. También estoy viendo qué es lo que se viene para dirigir.

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