Infinito Studios es una de las últimas productoras internacionales nacidas para crear contenido premium con impronta hispana. Su CEO, Oriol Uría, detalla a ttvOriginals este proyecto de credenciales potentes y ambiciones altas.

Tras vender su participación en BTF Media, los hermanos Oriol y Albert Uría se unieron al showrunner colombiano Daniel Posada para poner en marcha Infinito Studios, una compañía dedicada a la creación y producción de series y películas de excelencia, con operaciones en España, México y EEUU.

Oriol Uría, Daniel Posada y Albert Uría, socios de Infinito Studios

La productora pertenece al holding Digital Media Lab Production, de los hermanos Uría. «Nosotros empezamos hace ya 18 años en lo que originalmente era una productora de publicidad, y lo sigue siendo: Garage Films. Esa empresa fue creciendo en España y poco a poco también en Latinoamérica. Hoy tenemos oficinas en Nueva York, en Los Ángeles y en México. Al ir creciendo tanto y al tener distintas oficinas y negocios, reconvertimos nuestra primera sociedad en lo que hoy es el holding Digital Media Lab Production», explica a ttvOriginals Oriol Uría, CEO de Infinito Studios, desde Barcelona, España.

Sin embargo, aclara que esta no es una marca comercial, sino un nombre del que cuelgan las distintas empresas: Garage Films, Fake Studio (estudio de postproducción, animación y motion graphics) y ahora Infinito Studios. «El holding nos da una solidez importante en los bancos y para todo el tema del tax rebate, etcétera», añade el productor.

Una nueva aventura

La cartera de proyectos en desarrollo de Infinito Studios abarca más de 20 títulos entre series, películas e incluso videojuegos. En el terreno de la ficción televisiva, hay dramas, biopics, comedias psicológicas, series de terror, de empoderamiento femenino… ¿Qué tienen en común los proyectos de la productora?

Oriol Uría lo tiene claro: «Una mirada muy personal de Dani y Albert, los líderes creativos del estudio».

Ambos tienen «un tipo de cine y de entretenimiento televisivo en la cabeza muy concreto», un estilo muy propio pero a la vez muy versátil. «Ellos se conocieron trabajando, y cuidan mucho los proyectos. Su meticulosidad, su afán de llevar las cosas a un nivel que como productor a veces te vuelves loco, su sentido exquisito en la resolución de cualquier proyecto… eso es lo que impregna la casa».

El proyecto en el que coincidieron Daniel Posada y Albert Uría fue la serie mexicana La muchacha que limpia (producida por Turner Latin America y BTF Media), del que el primero es showrunner y el segundo, director. Allí, narra Oriol, comenzaron a ver que tenían muchas cosas en común: procesos de producción, ideas… La chispa surgió y decidieron poner su propio proyecto en marcha.

¿Y qué pasó con BTF Media? «El 40% que teníamos en BTF era una participación importante, pero al final la línea, tanto editorial como de visión de hacia dónde van las cosas, era del socio mayoritario. Pero no fue un tema de sociedad ni nada de eso; encontramos a alguien que tenía una visión muy cercana a la nuestra y decidimos empezar una nueva aventura juntos, y nada más», simplifica el productor.

Los proyectos que tenían en común con BTF eran muchos, así que lo que hicieron fue «diferenciar los que habían nacido de este lado del Atlántico, y esos forman parte del portfolio de proyectos en desarrollo de Infinito».

Sin embargo, había tres proyectos en común que ya estaban más avanzados: Maradona: Sueño bendito, que próximamente se estrenará a nivel global por Amazon Prime Video; y las series biográficas de Joaquín Sabina y de Isabel Pantoja.

«En el caso de la serie Maradona, ya se terminó de rodar todo lo que es la primera temporada y los episodios que ocurrían en Europa, en Barcelona e Italia, de los que yo soy productor ejecutivo. Pero todavía hay todo un tema de cierre -sobre todo financiero, administrativo y de incentivo fiscal- que nos va a seguir uniendo con BTF, yo calculo que por un año más», explica Uría.

«Y con los otros dos proyectos llegamos a un acuerdo, como no podía ser de otra manera, para que pudieran seguir coexistiendo en las dos compañías, y los vamos a desarrollar juntos», agrega.

Los primeros socios, amigos

Al anunciar el lanzamiento de Infinito Studios, se incluyeron ya nombres de socios para la coproducción y distribución de proyectos.

Según el productor, en este momento «las alianzas estratégicas están a la orden del día y es lo que toca». Sobre todo para productoras del tamaño de la suya, lo entiende como el camino natural de emprender ciertos proyectos.

Alejandro Leda de Ledafilms; Mari Urdaneta y Liliana Moyano de Dhana Media; Sergio Pizzolante de C&MOBS; o David Martínez de Grupo Secuoya son ejemplos de la gente de confianza con la que la productora ha comenzado a asociarse.

«Toda la gente con la que nos hemos juntado con proyectos encima de la mesa, lo primero, son amigos. Al final, les cuentas lo que vas a hacer y surgen conversaciones naturales que fluyen y al final acabas coproduciendo».

Los dos proyectos que marcarán el pistoletazo de salida para Infinito serán una película en México y una serie de terror en España.

«Es una serie espectacular, muy premium. Tiene tres temporadas: una transcurre en España, otra probablemente en países de Europa de Este, y otra en los países nórdicos. Pero siempre con un mismo personaje, mismo hilo conductor y misma historia», adelanta Uría. «Estamos a punto de tener un socio para este proyecto», añade, refiriéndose a una pantalla vinculada a la ficción.

La creación de un estilo propio

Al preguntarle si los proyectos tienen un enfoque local o internacional, Oriol Uría casi que se sorprende: «Es que nuestro ADN no es local, desde nunca… incluso en los inicios de Garage. Con mi hermano Albert siempre hablamos de lo chulo que es este negocio, que nos permite trabajar en todo el mundo. Siempre hemos tenido una visión internacional, pero no en el sentido de montar una multinacional, sino de: el mundo es muy grande, te puedes entender en varios idiomas y vamos a por ello».

Incluso con la experiencia en BTF, «que era un ida y venida constante entre proyectos que nacían aquí y se desarrollaban allí, o al revés», nunca los entendieron como locales o internacionales. «Nosotros nunca hemos tenido esta visión de que la frontera acaba en un sitio y empieza en otro».

Lo importante está en la calidad de los proyectos. Y para eso hacen falta buenas historias y los mejores talentos para llevarlas a cabo.

La apuesta por la figura del showrunner es tan evidente como que uno de los socios de la compañía es un showrunner. «Así de claro lo vemos», bromea.

«Considero que tenemos al mejor en casa. Y del mejor está aprendiendo Albert. Creo que están marcando un estilo propio que espero que dentro de poco sea reconocido en el mercado. Ya no solo del estudio, sino la forma de showrunnear los proyectos», comenta.

Es que la idea es que Infinito Studios haga crecer showrunners propios. «A mi modo de verlo, los buenos showrunners en habla castellana podríamos contarlos con las dos manos. Si tenemos a Dani y podemos formar a distintos showrunners bajo nuestro criterio creativo, eso será una gran fortaleza de la compañía», concluye Uría.

Bitnami