«La animación de Iberoamérica debe potenciar la distribución»

José Luis Farias, director de los Premios Quirino, habló con ttvnews sobre la nueva edición del evento y la actualidad del sector de la animación en Iberoamérica.

Por segundo año consecutivo la pandemia afectó a la organización de los Premios Quirino, evento que reúne y premia al sector de la animación de Iberoamérica. Pero si el año pasado el evento tuvo que hacerse 100% online, este año los organizadores apostaron por una edición híbrida.

Las actividades comenzaron el pasado 10 de mayo con un ciclo de conferencias virtuales y, desde este jueves 27, pasarán a modo presencial hasta el sábado 29 con la entrega de los galardones.

Para conocer más sobre la cuarta edición de los Premios Quirino, ttvnews dialogó con su director, José Luis Farias.

Aunque por segundo año el evento se organiza en pandemia, esta edición al menos es pionera en contar con una parte presencial. ¿Cómo tomaron la decisión?

Cuando diseñamos esta edición la verdad que nos enfrentábamos a la disyuntiva de qué hacer. Si continuar con otra edición online o intentar hacer por lo menos algo híbrido. Y la verdad que viendo cómo estaba evolucionando la crisis del Covid y que al final la cultura está siendo segura si se toman las medidas apropiadas, hemos hecho un mix. Hemos intentado quedarnos con lo mejor de la parte online, que es toda la difusión que se tiene con las charlas y las conferencias, y sumarle una parte presencial.

¿Cómo les ha ido con la primera fase, la parte online?

La verdad que estamos muy contentos porque los contenidos se han compartido mucho. Que en este mundo en el que tenemos este agotamiento digital, que un contenido se comparta y que se siga viendo es que realmente era interesante.

Este año hemos trazado dos líneas muy concretas. Una más de promoción de la animación iberoamericana con entrevistas y reportajes con los finalistas de varias categorías. Y otra de estructuración del sector con dos mesas redondas, una de distribución y otra de financiación. Ambas van al core de la animación y de los problemas que hay ahora mismo en el sector. Ya hemos detectado que el talento es ahora mismo inmenso en toda Iberoamérica, hay grandes proyectos, grandes creadores, pero lo que hace falta es estructurar más al sector desde la parte de negocio. Por eso esas charlas han tenido mucho éxito, mucha repercusión y se están compartiendo mucho porque es la parte más industrial del sector de la animación y a nosotros desde Quirino es la que más nos interesa potenciar.

Y ahora viene la parte presencial…

Si. Esa fase la hemos superado ya con muy bien feedback por parte de los participantes. Superada esa fase ahora estamos con la fase física y presencial, que nos ilusiona mucho. A lo mejor en otros sectores es más fácil poder establecer reuniones a distancia y relaciones a nivel de coproducción. Pero en animación tenemos la problemática que nosotros, cuando coproducimos, es una relación a largo plazo, es casi como un matrimonio. Son muchos años trabajando juntos en un proyecto. Entonces nos hace falta ese contacto físico de verdad, conocernos bien. No solamente vale lo profesional, sino lo personal. Por eso hemos hecho que el foro también tenga una parte física, porque nos lo estaba reclamando el sector.

¿Y qué nos pueden adelantar sobre el evento físico?

Sobre todo lo que hemos intentado es mantener el espíritu del evento. Que se entreguen los premios de forma física y puedan venir el máximo número de personas, aunque sí que es cierto que hemos tenido que variar un poco los invitados en la parte del foro y la entrega de premios por las limitaciones de tema Covid. Aún así, y a pesar de todo, estamos muy contentos porque vamos a tener gente que viene de México, Costa Rica, Colombia… y hasta última hora estamos viendo quiénes más pueden llegar.

Creemos que haber hecho el evento de manera presencial era algo que teníamos que hacer, una especie de manifiesto de que la animación sigue, que tenemos que recuperarnos. Además, todas las actividades las vamos a retransmitir en streaming. Es una complejidad más a nivel técnico pero creíamos que era lo justo.

Hace un año cuando hablamos por la tercera edición de los Premios Quirino, nos dijo que la animación de Iberoamérica iba a «explotar» en un año y medio. ¿Cómo ve su pronóstico?

Es curioso porque la pademia de hecho ha acelerado muchísimos procesos que ya estaban en marcha y uno de ellos es que la animación no entiende ni de fronteras, ni de oficinas ni de cosas físicas. La animación ha seguido funcionando. Es verdad que al principio de la pandemia ha habido un poco más de crisis, pero la animación ha salido reforzada de esto. Por ejemplo muchas producciones que no se iban a hacer se terminaron haciendo en animación, ha aumentado mucho el consumo de contenido audiovisual y en concreto de animación. Lo que ha sucedido en muchos países es que están teniendo que importar talento desde fuera o buscar partners en otros países para poder acometer los proyectos.

En la mayoría de los países que tenían una pequeña industria ya medianamente sólida se ha potenciado mucho la animación. Y en otros donde dependían más de la publicidad sí que lo han sufrido un poco más, pero en general el computo general es que ha salido reforzada y realmente está explotando.

Todo este proceso ha hecho que se aceleren los procesos y se catalicen. Tal vez sin pandemia mi pronóstico hubiese sido errado, pero curiosamente gracias a la pandemia creo que he acertado.

¿Y cómo ve el presente del sector?

Nosotros al final estamos tomando la temperatura del sector todos los años. En concreto lo que hacemos es una reunión entre Ibermedia y todas las asociaciones de productoras de animación de Latinoamérica para ponernos al día de qué está sucediendo, cuáles son las cosas que podemos mejorar. El año pasado ya se detectó que había una especie de gap entre lo que es la formación de técnicos y productores ejecutivos y este año también se ha visto que sobre todo lo que hay que potenciar es la distribución. Es uno de los problemas que tenemos. Se generan contenidos buenos, incluso hay productores capaces de levantar proyectos interesantes, pero luego esa distribución, esa venta, es donde quizá la maquinaria no está tan bien engrasada. Es una cosa que detectamos y que hemos estado analizando este año. Estas charlas fueron para ver qué podemos mejorar.

¿Y cómo se puede mejorar?

Lo que hemos llegado a la conclusión es que no hay ninguna receta mágica. Tiene que ser un proceso orgánico y muchos agentes se tienen que poner de acuerdo para que esto funcione. Una de las cosas que se ha detectado en estas charlas es que aunque el idioma nos une, también nos separa, sobre todo a nivel de los contenidos más infantiles….hace falta la traducción al castellano de cada país porque los niños y las niñas están acostumbrados a escuchar en su lengua propia. Ese es uno de los escollos que hay, pero también que a nivel de estrategia el sector está muy atomizado. Cada país funciona de una manera distinta y tenemos un problema muy grande con el cambio monetario. Hay países donde tu puedes hacer un plan de distribución pero de repente cambia la moneda y todo ese plan se pierde. Hace falta un poco más de estabilidad, pero esas cosas son externas al sector.

Entonces, lo más interesante de lo que hablamos fueron las alianzas. Lo ideal del mundo sería tener grandes distribuidoras latinoamericanas que cubriesen todo el continente. Pero la realidad es la que es… es un sector que está muy atomizado y por lo tanto hay que fomentar la colaboración. Ya hemos conseguido que salgan iniciativas desde las asociaciones de productoras y ahora nuestro objetivo es que también a nivel de distribución cada vez se interlocute más y se vea qué se puede proponer.

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